Nacimiento de la Reina Isabel I De Inglaterra, en el palacio de Greenwich.
Nacimiento de la Reina Isabel I De Inglaterra, en el palacio de Greenwich.
Recobró sus derechos en la línea sucesoria detrás de su hermano el príncipe Eduardo (hijo de Juana Seymour) y de su hermana María Tudor (hija de Catalina de Aragón), quien también fue restituida en esa misma Acta de Sucesión.
Catalina Parr contrajo nuevo matrimonio con Thomas Seymour llevándose a Isabel consigo. Allí, ésta recibió una exquisita educación que le propició una excelente expresión en su inglés natal, en francés, en italiano, en griego y en latín. Bajo la influencia de Catalina, Isabel se formó como protestante.
Isabel fue hecha prisionera en la Torre de Londres, pero su ejecución, solicitada por algunos miembros del séquito español, nunca se materializó debido a la resistencia de la corte inglesa a enviar a un miembro de los Tudor al patíbulo. La reina intentó entonces apartar a Isabel de la línea sucesoria como castigo, pero el Parlamento se lo impidió. Tras dos meses de encierro en la Torre, Isabel fue puesta bajo vigilancia de Sir Henry Bedingfield.
En esta fecha María reconoce a Isabel como su heredera y el 17 de noviembre la reina fallece, dejando a Isabel como nueva reina de Inglaterra. Según la tradición, Isabel recibió la noticia bajo un roble.
Isabel fue coronada y ungida por Owen Oglethorpe, obispo católico de Carlisle, en la abadía de Westminster. Luego fue presentada para la aceptación de la gente, en medio de un ruido ensordecedor de órganos, pífanos, trompetas, tambores y campanas. Aunque Isabel fue recibida con alegría y esperanza, el país todavía estaba en un estado de ansiedad por la amenaza percibida de los católicos dentro y en el extranjero.
Mientras guerreaba contra España, Isabel se tuvo que enfrentar a una nueva rebelión en Irlanda, la Guerra de los Nueve Años irlandesa, La reina se vio forzada a enviar 17 000 soldados al mando de Robert Devereux, conde de Essex, en 1599 para frenar el alzamiento, pero este fracasó. Charles Blount, VIII barón de Mountjoy, le sucedió con éxito, lo que provocó que España, interviniera en 1601 a favor de los rebeldes con 3500 soldados que desembarcaron en Kinsale. Cercados por los ingleses, fueron derrotados junto a sus aliados irlandeses en la batalla de Kinsale que puso fin a la intervención española en Irlanda.
Isabel fue enterrada sin habérsele practicado la autopsia, por lo que la causa de su muerte sigue siendo desconocida. Generalmente se atribuye a un envenenamiento de la sangre, posiblemente causado por el maquillaje blanco, hecho a partir de albayalde, una mezcla de plomo y vinagre, haciendo este altamente venenoso.